El Mostrador
31 de julio de 2012
"Radio Moscú salvaba
vidas", dijo el periodista y escritor chileno Eduardo Labarca, una de las
voces que las ondas de la emisora llevaban a Chile durante la dictadura de
Augusto Pinochet. Explica que cuando alguien era secuestrado, los familiares y
amigos buscaban desesperadamente una manera de comunicar la noticia por
teléfono a un exiliado en cualquier país, que hacía de puente y llamaba a la
emisora.
por EFE
El 1 de agosto de 1932, hace ya ochenta
años, los radioyentes escucharon por vez primera en español la frase “Aquí
Radio Moscú”.
Así abrió las emisiones de la legendaria
emisora Luis Cechini, ex presidente de la Federación de Ferroviarios de
Argentina, cuya voz seguiría sonando casi invariable en las frecuencias de
Radio Moscú durante los siguientes 55 años.
Aquellas primeras emisiones no alcanzaban a
América Latina y solo algunos llegaron a oirlas entonces en España.
Sin embargo, poco después ya eran muchos
los que escuchaban Radio Moscú en la incipiente II República, algunos de sus
comentarios eran incluso reproducidos en los diarios españoles y la redacción
recibía a diario centenares de cartas.
La Guerra Civil Española y la lucha contra
el franquismo marcaron uno de los jalones más importantes en la historia de
Radio Moscú.
Tras la caída de la República Española se
incorporaron a la emisora soviética grandes profesionales como el periodista
Eusebio Cimorra, más conocido en España como Jorge Olivar por sus famosos
programas “Cartas a Juan” o “Un comunista al micrófono”.
Pero Radio Moscú no solo era política: en
sus programas tomaban parte algunos de los grandes compositores de la época,
como Shostakovich o Prokófiev.
En sus emisiones en castellano y catalán
sonaban las voces de niños españoles, evacuados a la URSS y que pasarían a ser
conocidos como “niños de la guerra”, que confiaban en que quizás alguna madre
llegaría a oirlos o alguien se lo diría en una España que para ellos resultaba
más lejana e inalcanzable que la Luna.
Más tarde, algunos de ellos también
aportarían todo su talento a Radio Moscú, como Pilar Villasante, Margarita
Peláez o Vicente Arana.
Para la II Guerra Mundial Radio Moscú era
ya una de las emisoras más potentes del mundo, y llegaba a ser escuchada hasta
en los campos de exterminio nazis, con rudimentarios aparatos que los presos
ingeniaban con los escasos medios que tenían a su alcance.
En España y Sudamérica escuchar la emisora
soviética era conocer de primera mano las noticias del lejano país cuyas tropas
hicieron frente a la Alemania nazi y luego avanzaron desde Moscú y el Volga
hasta Berlín.
El 9 de mayo de 1945 Radio Moscú transmitió
en directo las salvas de artillería sobre la Plaza Roja que anunciaban la
derrota del nazismo, que significaría el fin de aquella guerra pero también el
inicio de otra muy distinta: la Guerra Fría, en la que la emisora desempeñó un
destacado papel.
En plena “crisis de Cuba”, cuando el
despliegue de misiles soviéticos en la isla caribeña puso al mundo al borde de
la conflagración nuclear, fue precisamente Radio Moscú la que anunció la
disposición del Kremlin a negociar.
Cuba en los años 60, igual que España en
los 30, marcó otro jalón en la historia de la legendaria radio.
Varios trabajadores de la emisora fueron
enviados a la “isla de la libertad”, y no solo como traductores e intérpretes.
Algunos contribuyeron a la fundación de la
agencia cubana Prensa Latina, otros a la consolidación de las Fuerzas Armadas
Revolucionarias, como Francisco Ciutat.
El comandante Ciutat, conocido en Cuba como
Angelito, fue, en opinión de investigadores como Carlos Franqui, “el verdadero
organizador, teórico y práctico, de la que sería en los años siguientes la
formidable maquina de guerra fidelista”.
Allí, en la “isla de la libertad”, abrió su
primera corresponsalía en un país de habla hispana la radio y televisión de la
URSS y por muchos años Cuba se convirtió en escala obligatoria en la carrera de
los “hispanistas” soviéticos.
Un decenio más tarde es Chile quien hace su
aportación al desarrollo de Radio Moscú con el legendario programa “Escucha
Chile” y las transmisiones de “Radio Magallanes”.
“Radio Moscú salvaba vidas”, dijo el
periodista y escritor chileno Eduardo Labarca, una de las voces que las ondas
de la emisora llevaban a Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet. Explica que cuando alguien era secuestrado
en Chile, los familiares y amigos buscaban desesperadamente una manera de
comunicar la noticia por teléfono a un exiliado en cualquier país, que hacía de
puente y llamaba a Radio Moscú.
“A veces alcanzábamos a informar el mismo
día, la noticia se esparcía en Chile y el mundo, se ponía en marcha la
maquinaria de la solidaridad y la dictadura no podía actuar impunemente”,
recuerda el periodista.
Hoy en día, “queremos que en el mundo
hispano vean que la visión (de la realidad) está lejos de la uniformidad,
porque hay muchos puntos de vista y algunos son los que estamos en disposición
de transmitir”, dijo a Efe Andréi Bastritski, presidente de la otrora Radio
Moscú, convertida en la Voz de Rusia.