por Eduardo Labarca
EL MOSTRADOR
11 de agosto de 2016
La escalofriante experiencia vivida por la
periodista Mónica González en México ha tenido en Chile réplicas alarmantes. En
las redes sociales de nuestro país, ese territorio libre y dinámico donde las
causas sublimes se codean con las manifestaciones más bajas, el secuestro de
Mónica ha sido aprovechado por un sinnúmero de compatriotas para salir de las
cloacas a verter su veneno contra de la periodista.
Quizás lo que más conmueve en el relato de Mónica es
que mientras vivió su pesadilla, antes que velar por su propia seguridad puso
toda su empeño en proteger y salvar a la nieta que la acompañaba. Conmueve
también que hasta hoy Mónica no pueda asegurar tajantemente quiénes eran sus
secuestradores. ¿Fueron los crudelísimos Zetas o alguien que tomó su nombre
para aterrorizarla y extorsionarla? Fuera como fuese, la periodista no tenía cómo
comprobarlo –los secuestradores no le mostraron sus documentos de identidad ni
le dieron su RUT– y hubo de plegarse a sus exigencias ante todo para proteger a
la niña que tenía a su cargo.
Cuando más de algún cibernauta chileno hace mofa respecto
del suceso y asegura por tincada o mala leche que no fueron los Zetas, podemos imaginar
el caso de una mujer que padece un portonazo y entrega las llaves de su 4x4 sin
saber si el encapuchado que la encañona pertenece a una banda homicida y la pistola
tiene bala pasada o si es un adolescente de 14 años empuñando una pistola de
plástico. En ambos casos, el de Mónica y el de la automovilista, el sentido
común y la experiencia recomiendan no oponer resistencia.
Por fortuna, nieta y abuela no
terminaron descuartizadas como otras víctimas de los Zetas y el episodio tuvo
un final “feliz”, si es que puede usarse esta palabra para una situación
traumática de ese tipo. Sin embargo…
Sin embargo, ¿quién podía imaginar
que habiéndose liberado las secuestradas sanas y salvas y encontrándose lejos ya
de San Cristóbal de Las Casas y del territorio chiapaneca donde moran los Zetas,
Mónica haya aterrizado en medio de otra jungla. La jungla de nuestros
compatriotas, hombres y mujeres que aquí en Chile se regocijan ante el acto
criminal cometido por narcos o mafiosos mexicanos contra una mujer chilena y la
nieta que llevaba a que conociera México.
No es preciso que vayamos a una población violenta o
a la cárcel de Colina II, no, esa jungla y esas fieras son personas
“honorables” que transitan entre nosotros, por nuestros caminos y nuestras
calles. Sin correr riesgo alguno, vacían su bilis en los comentarios que suben con
orgullo a las ediciones en línea de El
Mercurio, perteneciente al magnate Agustín Edwards, y La Tercera, de Álvaro Saieh, que se cuentan entre los hombres más ricos
de Chile. Existen ciertamente la libertad de prensa y la de las redes, y un
medio digital no es responsable de lo que opinan sus lectores, aunque
habitualmente tienen moderadores que filtran los mensajes. En este caso, los comentarios
publicados sin censura, que en su mayoría atacan a Mónica González, tienen la
virtud de que nos permiten asomarnos a un mundo lamentable pero real que no
vemos en la televisión ni en la prensa de papel.
Muchos de esos comentarios despiertan inquietud
por el futuro de un país donde nos codeamos sin saberlo con personas que se
refieren en términos simpáticos a los Zetas y expresan odio visceral hacia una
mujer, una periodista chilena corajuda que ha desempeñado un papel relevante en
la investigación de los crímenes de la pasada dictadura y en el destape de la
corrupción de las élites financieras y políticas del país. Quienes escriben
esos comentarios bajo nombres generalmente ficticios nos recuerdan demasiado el
tono del periodismo oficial, del que formaban parte El Mercurio y La tercera en
los años de la dictadura de Pinochet.
En este punto, en vez de seguir escribiendo he
decidido esfumarme y dejar que hablen ellos mismos, los comentaristas del odio,
porque leer lo que escriben puede servirnos de alerta y antídoto para que no
olvidemos que junto a nosotros circulan personas de esta calaña. Aquí van
algunos, solo algunos, de esos comentarios aparecidos el martes 9 de noviembre,
sin corregir la ortografía ni cambiar una coma.
LA TERCERA ONLINE, periódico
del grupo COPESA, perteneciente a Álvaro Saieh. Curiosamente, el centro de
investigaciones periodísticas CIPER, dirigido por Mónica González, funciona
bajo el alero de ese grupo, cuyo diario publica los comentarios más amenazantes.
Cito solo algunos de un total de 118 comentarios:
palote verde: Que
lata que hayas sobrevivido vieja upienta... A la proxima sera y a la primera 1
solo plomazo y BASTA....!
manuel antonio gomez muñoz: Huele a humo, quiere un cargo ya que andan desesperados buscando adeptos, los
zetas la habrían dejado charqui, puro cuento.
Mane Guzman Ruiz: que
chanta la historia! ni su amigo el embajador le cree! al parecer esta señora de
hoteles cinco estrellas quería pantalla! mucho tequila eñora!
Sergio Hermógenes Feliú Justiniano: Pero la dejaron ir al saber que poderosa Comunista.
Justo Claro: Yo
creo que la marcaron por su cara de cuica, encopetada, rubia teñida y enjoyada
que andaba disfrutando en hoteles de 5 estrellas. Son los riesgos del lujo
capitalista, señora.
Junco Yop: Le
faltaba prensa a la señora. A lo mejor quiere ser ministra.
Cristián de la Maza: En un tiempo mas, cuando necesite publicidad, dirá que la secuestraron los
marcianos !!
Miguel Luis Ovalle Ortúzar: Que seguridad tiene que fueron " Los Zetas ", los que llevaron a
cabo esta historia? Los Fusileros que intentaron matar al Presidente Pinochet,
si fue cierto. Pero esta periodista investigadora posee un don especial para
siempre ENLODAR sin pruebas aún establecidas, hechos de una barata película. Veremos
qué saca en limpio el abogado Foulloux.
daniel diaz: Los
secuestradores se aburrieron de escucharla y paragaron para que alguien la
viniera a buscar.
alberto garcia: como
tan wueona de irse a pasear a Mexico....todos los dias aparecen cuerpos desmembrados.
kike Kike: Por asquerosa
y fea la devolvieron.
Miguel Luis Ovalle Ortúzar: Es tal el narcicismo y egocentrismo de esta mujer, sumado al intrincico
odio que mantiene hacia los militares, que no le creí absolutamente nada.
Tampoco me parece procedente que infunda terror a los turistas.
Marcelo Retamal Orellana: Que le avise al ministro corrupto carroza para que le paguen una cantidad
de millones y que carroza abra un proceso y de ahí le regalan un puesto en la
moneda, mula, chanta, picante no te cree nadie.
Marcelo Retamal Orellana: No te cleo dijo el chino, lo mas raro que nunca se supo nada esto me huele
a chanchullo para algún pituto, yo creo que andaba de parranda con sus
compadres del PC y terminó el viaje y quiso inventar un cuento para esto que
habla, mas falsa que beso de chei.
EMOL, cito algunos de un total de 153 comentarios, varios de ellos premiados
con más de 50 “me gusta”:
Juan Totedo: La vida de
estos izquierdistas traumados; viven como reyes, se pasean por el mundo,
disfrutan a todo chancho; y el pueblo -que dicen defender- tiene que salir a la
calle por la pensiones. Se les perdió la moral.
Alex Kollmeier: Seguro la
ayudó el Padrino GIRARDI con sus conexiones narco. Ahora le debe un favor
más...
Claudio Alva: La soltaron
por desagradable.
Carlos Sanhueza Hidalgo: Vieja
comunacha deberian haberla dejado por allá.
Lola Mento: No es raro
que esta mentirosa culpe al General Pinochet.
Christian
Huettenrauch: La beca del General le sirvió a esta zurda. Aprendió
francés.
Pedro Alfonso: Tipica
Whyskerda, pero además Rubia teñida, hablando en frances y en un 5
estrellas......impresentable.
Pasteleriadefabian
Vargas: Pinochet jue ..¡¡¡ descubrio esta mina que no esta muerto
..y se econde por alla.
Eduardo Torres: Exacto..., y
andaba acompañado del mamo...
John Smith: Nah… Los
guardias de la playa la sacaron porque estaba hablando muchas hu=vadas.
Rafael Andres Vargas
Miranda: le pasó por vacacionar como facho... los zetas prefieron
devolverla.
Ricardo Plaza: vieja
mentirosa necesita estar en la noticia , peor estan en Chile con los portonasos
y lo juecesillos a favor de los delincuentes , que se regrese a Francia vieja
comunacha.
Juan Claudius: Si es verdad
lo del secuestro, los secuestradores no soportaron a esta vieja comunista y
latera, que la soltaron lo antes posible.
Pedro Quiros: De algo que
sirva la alianza entre la izquierda y los narcos ??!!! Qué bueno que no les
pasó nada los Zs son la peor escoria de latinoamerica.
Gonzalo Azocar: Porque no la
dejaron alla.